Vacunar a perros, gatos y hurones contra la rabia no solo es obligatorio, sino fundamental para garantizar la salud pública. La enfermedad sigue presente en muchos países y puede ser mortal tanto para los animales como para las personas.

La rabia es una de las enfermedades zoonóticas más antiguas y temidas del mundo. Provocada por un virus que afecta al sistema nervioso central, se transmite principalmente a través de mordeduras de animales infectados. La gravedad de esta enfermedad radica en que, una vez que aparecen los primeros síntomas clínicos, es incurable y, por tanto, letal en prácticamente todos los casos.

Gracias a las campañas de vacunación y a un sistema veterinario eficaz, España ha logrado mantener la rabia fuera de su territorio de forma generalizada, con casos muy aislados vinculados a animales importados ilegalmente o procedentes de zonas de riesgo. Sin embargo, esto no significa que podamos bajar la guardia. En regiones del norte de África, Europa del Este, Asia y América Latina, la rabia continúa siendo endémica, y los movimientos de personas y animales entre países hacen que el riesgo siga estando presente.

Una vacuna obligatoria y esencial

En la Región de Murcia, la vacunación anual contra la rabia es obligatoria para perros, y también para gatos y hurones. Este acto sencillo, económico y seguro, protege no solo a nuestras mascotas, sino a toda la sociedad.

No vacunar a los animales conlleva sanciones administrativas y puede considerarse una infracción grave, además de suponer un riesgo para la salud pública. Tal y como establece la legislación vigente, todos los propietarios están obligados a garantizar esta protección básica. La rabia no se ve, no avisa, y cuando se manifiesta, ya es demasiado tarde.

La advertencia para quienes viajan al extranjero.

Con la llegada del verano y los viajes internacionales, desde el Colegio de Veterinarios de la Región de Murcia queremos lanzar también un mensaje claro a la ciudadanía: si viaja a países donde la rabia es endémica, extreme las precauciones.

Evite tocar, acariciar o alimentar animales desconocidos, especialmente perros y gatos callejeros, monos y murciélagos, por muy amigables que parezcan. Si sufre una mordedura o arañazo, actúe con rapidez: lave la herida con agua y jabón durante varios minutos, aplique un desinfectante, y acuda sin demora a un centro médico. Allí se valorará la necesidad de administrar la vacuna antirrábica de forma preventiva.

En muchos casos, una intervención médica rápida puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La profilaxis postexposición es altamente efectiva, pero debe administrarse antes de que aparezcan los síntomas. Por eso es tan importante no subestimar ninguna mordedura en zonas de riesgo.

Una responsabilidad compartida.

Desde el Colegio de Veterinarios de la Región de Murcia recordamos que la lucha contra la rabia es una responsabilidad colectiva: de las instituciones, de los profesionales sanitarios y, especialmente, de los propietarios de animales.

En palabras de Luisa Medina de Zafra, vicepresidenta del Colegio:

“La vacunación contra la rabia es un acto de protección, pero también de civismo. A veces olvidamos que vivimos en una red global, donde una enfermedad erradicada en un país puede volver a aparecer si se descuida la prevención. La rabia es un enemigo silencioso, y la mejor defensa que tenemos es la vacunación. No vacunar a nuestras mascotas pone en riesgo a toda la comunidad”.

Información, prevención y responsabilidad.

La clave está en prevenir. El virus de la rabia no distingue entre clases sociales ni entre especies: puede afectar a perros, gatos, hurones, zorros, murciélagos e incluso a las personas. Vacunar es actuar con responsabilidad, proteger la salud pública y contribuir al bienestar animal.

Si tiene dudas sobre si su animal necesita la vacuna, acuda a su clínica veterinaria. Los profesionales colegiados están capacitados para asesorarle y velar por la salud de su mascota y la de todos.