Las explotaciones ganaderas españolas conviven hoy con varias amenazas sanitarias que no podemos ignorar. La influenza aviar de alta patogenicidad, la lengua azul, la dermatosis nodular contagiosa o la reciente detección de peste porcina africana en jabalíes en España han vuelto a poner el foco en la necesidad de reforzar la bioseguridad en todos los eslabones de la cadena ganadera.
En este contexto, el Colegio Oficial de Veterinarios de la Región de Murcia ha editado un nuevo cartel bajo el lema “Veterinarios, la bioseguridad también es nuestro trabajo”, específicamente dirigido a los profesionales veterinarios que trabajan en explotaciones ganaderas.
El objetivo es claro: recordar que la bioseguridad no solo depende del titular de la explotación, sino que los veterinarios son una pieza esencial en su diseño, aplicación y supervisión.
El cartel recoge, de forma muy visual, las principales responsabilidades del veterinario en la granja:
- Equipo
Utilizar ropa exclusiva para cada explotación o los EPIs desechables adecuados, evitando convertirse en un vehículo involuntario de transmisión de enfermedades entre granjas. - Limpieza y desinfección
Desinfectar el vehículo a la entrada y a la salida de la explotación, respetando los circuitos establecidos y los puntos de limpieza y desinfección. - Protección
Si los sistemas de desinfección de la explotación no son adecuados, comunicarlo al ganadero y proponer mejoras, ayudando a adaptar la granja a la normativa vigente. - Material
Limpiar y desinfectar correctamente los equipos entre explotaciones: instrumental, botas, elementos de manejo… todo aquello que pueda actuar como fomita. - Desinsecta
Asegurarse de no transportar vectores en el vehículo o en el material, reforzando el control de insectos y otros artrópodos que puedan ser transmisores de enfermedad. - Muestras biológicas
Aislar bien las muestras que se tomen en las explotaciones, conservándolas y transportándolas de forma segura para evitar contaminaciones y riesgos innecesarios. - Asesoramiento
Asesorar al titular de la explotación sobre las medidas de bioseguridad que debe cumplir, ayudándole a implantar protocolos escritos, revisar puntos críticos y formar al personal.
Con este material, el Colegio quiere reforzar la idea de que cada visita veterinaria es también una oportunidad para mejorar la bioseguridad.
La actuación responsable del profesional, sumada al compromiso del ganadero, es la barrera más eficaz para proteger a los animales, garantizar la continuidad de las explotaciones y salvaguardar la sanidad animal y la seguridad alimentaria.
