Gran éxito de la concentración veterinaria en Madrid
La concentración de los veterinarios frente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación fue todo un éxito. Más de 5.000 profesionales salieron a la calle para exigir cambios en la regulación de los medicamentos veterinarios y defender su criterio clínico, basado en la ciencia y la experiencia.
Desde la Región de Murcia, tres autobuses llenos con 150 veterinarios viajaron hasta Madrid para unirse a la protesta. La movilización contó con el apoyo de asociaciones profesionales, sindicatos, la patronal, la Conferencia de Decanos, la plataforma VetsUnidos, Marea Blava, estudiantes y la Organización Colegial Veterinaria (OCV). Un sector unido que lucha por el bienestar animal y, en última instancia, por la salud pública.
Después de la concentración, y ante la falta de respuesta del Ministerio, se celebró una reunión en la sede del Consejo General de Colegios de la Profesión Veterinaria de España. En este encuentro se acordó continuar con las protestas, comenzando el 26 de marzo con un paro veterinario y concentraciones en las delegaciones del gobierno de cada provincia. Además, se planea una concentración en el Congreso de los Diputados en una fecha aún por determinar, y no se descartan medidas más contundentes como un cierre patronal o una huelga.
Teresa López, presidenta del Colegio de Veterinarios de la Región de Murcia, dejó claro el malestar del sector: “No podemos seguir permitiendo que la profesión veterinaria sea tratada como de segunda. Somos sanitarios esenciales, pero nos imponen trabas burocráticas y restricciones que dificultan nuestra labor y ponen en riesgo la salud de los animales y las personas”.
Uno de los principales motivos de la protesta ha sido el rechazo al Real Decreto 666/2023, que impone una burocracia excesiva y desconfía de la labor de los veterinarios. López explicó: “El sistema PRESVET nos obliga a pasar más tiempo rellenando formularios que atendiendo a los animales. Es insostenible y está perjudicando gravemente la calidad de nuestro trabajo”.
Otro de los puntos clave de la protesta es la dificultad para prescribir medicamentos y la falta de acceso rápido a ciertos tratamientos. A esto se suma el mantenimiento del IVA veterinario en el 21%, lo que encarece la atención sanitaria a los animales. “Tratar la sanidad animal como un lujo no tiene sentido cuando sabemos que el 75% de las enfermedades emergentes vienen de los animales”, concluyó López.
Además, se ha creado un comité de seguimiento para coordinar acciones conjuntas y presionar por un cambio normativo que permita a los veterinarios ejercer su labor con autonomía y sin restricciones injustificadas. La lucha sigue en marcha hasta lograr una regulación justa que respete el criterio profesional y beneficie a toda la sociedad.
