El papel fundamental de la veterinaria en la seguridad alimentaria

El Colegio de Veterinarios de la Región de Murcia lanza una campaña de comunicación con el objetivo de concienciar sobre la labor del veterinario para mantener la seguridad de la comida consumida por la población

Bajo el lema “La veterinaria, pilar de la salud alimentaria”, se pretende poner en valor el papel del veterinario especializado en seguridad alimentaria, que está presente desde que los animales están en la granja hasta que la comida llega a la mesa del restaurante o de nuestras casas.

Los veterinarios se encargan de velar por la salud de los animales de granja, vigilando, tratando o previniendo enfermedades, y garantizan el bienestar de estos, asegurándose de que los animales tengan unas buenas condiciones de vida. Incluso antes ya se encargan de revisar que los piensos que comen esos animales son seguros.

La vigilancia de la salud de los animales es fundamental, debido a que una detección temprana de enfermedades de origen animal puede prevenir que se transmita al ser humano. De Hecho, la Organización Mundial de la Salud Animal recuerda que el 60% de las enfermedades conocidas provienen de los animales y el 75% de los patógenos emergentes también tienen origen animal, por eso los veterinarios están siempre en la primera línea de lucha contra las enfermedades, aunque no les nos vea.

Una vez los productos salen del origen es el veterinario quien establece los controles sanitarios que debe cumplir el transporte y el procesado, mediante análisis de riesgo. Posteriormente se realizan análisis de verificación que aseguran la inocuidad alimentaria.

En último término, es el responsable de supervisar que cualquier producto destinado al consumo cumple con todos los estándares de calidad alimentaria que marcan las normativas española y comunitaria. Además de la revisión del envasado y etiquetado e inspecciones a los establecimientos en los que se venden o consumen productos alimenticios.

En otras palabras, los profesionales sanitarios son el primer filtro que alerta y descubre cualquier irregularidad en la cadena de producción alimentaria, asegurándose de que cuando el alimento llega al consumidor ha superado todos los controles necesarios para garantizar su calidad.