Infografía sobre gripe aviar

La Organización Colegial Veterinaria (OCV) ha difundido un mensaje de tranquilidad ante la circulación del virus H5N1 en distintos puntos del país. La transmisión de la influenza aviar a personas es excepcional y requiere una exposición muy estrecha y continuada a ambientes contaminados por aves infectadas. Por ello, el riesgo para la población general es muy bajo.

En las últimas semanas se han detectado focos en aves silvestres y domésticas dentro de un contexto habitual de intensificación estacional del virus en Europa, especialmente en zonas de paso migratorio. Las autoridades de sanidad animal mantienen activos los sistemas de vigilancia reforzada en humedales y áreas frecuentadas por aves acuáticas.

La OCV recuerda que, aunque en otros países se han registrado casos aislados de transmisión de ave a persona, no existe evidencia de transmisión entre humanos. El personal que trabaja directamente con aves continúa siendo el colectivo con mayor exposición, para el que se recomienda el uso de equipos de protección individual y la vacunación anual frente a la gripe humana.

Medidas de bioseguridad en explotaciones avícolas

La Organización subraya la importancia de mantener las prácticas de bioseguridad habituales: aislamiento de naves, uso de mallas para evitar la entrada de fauna silvestre, correcta gestión de residuos y estiércoles, protocolos de limpieza y desinfección, y control del agua y la alimentación.
Estas medidas se aplican igualmente a pequeñas explotaciones de autoconsumo, que deben extremar la precaución.
Además, si en corrales domésticos se observa una mortalidad anormal o fuera de lo habitual, se recomienda avisar de forma inmediata a la Oficina Comarcal Agraria o al veterinario habitual para su valoración.

Consumo seguro

No existen evidencias científicas de que la influenza aviar se transmita por el consumo de carne de ave o de huevos correctamente cocinados. La ciudadanía puede mantener sus hábitos alimentarios con total normalidad.

Colaboración ciudadana

Se aconseja evitar el contacto con aves enfermas o muertas que puedan encontrarse en parques, caminos o entornos naturales, y comunicar cualquier hallazgo a los servicios veterinarios. La vigilancia continua y la colaboración de todos son esenciales para proteger la salud animal y la seguridad alimentaria.